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GPS Ciudadano

¿Quién dijo que todo está perdido?

By 19/12/2020No Comments

Tras el estallido social de octubre del 2019 ¿Logra la institucionalidad política chilena canalizar el conflicto social mediante elecciones?

Teniendo a la vista las jornadas de mayor violencia tras el estallido social, el 15 de noviembre del 2019 la clase política chilena con representación parlamentaria, casi en su totalidad, acordó un itinerario electoral para la realización de un plebiscito sobre hacer o no una nueva constitución.

Ésa fue la vía que encontró la clase política para canalizar el malestar social, pero en las semanas siguientes la violencia aunque se redujo continuó. Podría incluso decirse que se rutinizó en protestas callejeras en el centro de la capital cada viernes. Sólo la llegada de la pandemia en marzo del 2020 hizo desaparecer las protestas callejeras de la mano de las medidas de confinamiento y las decisiones propias de las personas de abstenerse de estar en espacios de mucha aglomeración.

Por eso, al finalizar el invierno del 2020, cuando se relajaron las medidas de confinamiento, las protestas callejeras y la represión volvieron e incluso han continuado – con menor cobertura mediática – después del plebiscito.

Por eso, es relevante indagar en la visión que tienen las personas sobre los conflictos a futuro y el impacto que pudo tener en esas percepciones el resultado del plebiscito del 25 de octubre pasado.

Con ese fin, hicimos una encuesta entre la segunda mitad de octubre y la primera mitad de noviembre en el que indagamos sobre visiones respecto del futuro del país, preferencias entre tipos de liderazgo, intenciones de voto, expectativas sobre una eventual nueva constitución, entre otras materias.

En este posteo compartimos algunas de las respuestas referidas a la pregunta del primer párrafo. En concreto, le preguntamos a las personas sobre cómo visualizaba los próximos dos años en términos de conflictos sociales. Al separar las respuestas dadas antes y después del plebiscito, se constata que la percepción es que los conflictos sociales disminuirán. Específicamente, un 44% de quienes respondieron antes del 25 de octubre indicaron que los conflictos sociales aumentarían, mientras que entre quienes respondieron después del plebiscito ese porcentaje cayó a un 34%, la comparación entre personas que creían que se mantendrían igual no muestran variaciones y, en cambio, aumenta el grupo que piensa que disminuirán (de 9.3% a 18.7%).

Es decir, desde una primera mirada de los datos, pareciera que el plebiscito habría tenido un impacto real en canalizar los conflictos sociales. Ello pese a que aún se observan protestas callejeras cada viernes en el centro de Santiago.

Ahora bien, como el 2021 será un año electoralmente muy activo y las fuerzas políticas han experimentado dificultad para representar las demandas e inquietudes ciudadanas, es importante indagar sobre el tipo de liderazgo que los ciudadanos esperas de quienes se presenten a las elecciones que vienen. Para medir esas percepciones hicimos la siguiente pregunta:

¿Cuál de las siguientes frases representa mejor su modo de pensar?

1. En los asuntos públicos, yo prefiero que los líderes políticos que me representen busquen acuerdos, aunque eso implique hacer concesiones.
2. En los asuntos públicos, yo prefiero que los líderes políticos que me representen defiendan sus posturas, aunque eso aumente los conflictos.

Los datos muestran que los ciudadanos prefieren más a líderes que buscan acuerdos aunque eso implique hacer concesiones y que ese proporción aumentó después del plebiscito desde un 57.5% a un 65.5%.

En síntesis, los datos anteriores sugieren que la propuesta de canalizar el malestar mediante la escritura de una nueva constitución estaría logrando su objetivo, tanto porque al ver los datos antes y después del plebiscito se constata que (i) disminuyó la conflictividad esperada hacia el futuro y (ii) aumentó el apoyo a formas de liderazgo que busquen consensos.

Ello sería consistente con un giro en la atención del debate público desde las manifestaciones de protesta en la calle a las campañas por ser constituyente.

Ahora bien, ¿existen diferencias sociodemográficas relevantes detrás de esas cifras generales? Al cruzar los datos por edad, género y preferencia ideológica se observan importantes diferencias.

Diferencias por edad

Los datos muestran que existe una clara diferencia generacional en las percepciones de conflictividad a futuro. Los menores de 35 años en un 47.4% creen que aumentarán versus un 32.7% en las personas de 35 o más años de edad. En paralelo, en términos relativos, el primer grupo se muestra menos proclive a liderazgos que busquen consensos que los primeros (55% versus 67%)

Diferencias por género

Así como los datos por edad muestran diferencias, también se constatan diferencias por género. Específicamente, las mujeres tienen expectativas de una mayor conflictividad el 2021-22 y al mismo tiempo se muestran en términos relativos menos proclives a liderazgos que busquen consensos vis à vis que los hombres. No obstante, estas diferencias no son estadísticamente significativas.

Diferencias por autoclasificación política

Por último, se constata un patrón notoriamente diferente según autoclasificación política tanto en la percepción de la conflictividad como del tipo de liderazgo. Como muestran los gráficos siguientes, son las personas que se autoclasifican más a la derecha del espectro político las que visualizan un período 2021-22 más conflictivo y las que se inclinan relativamente más por liderazgos que busquen consensos.

Es interesante constatar sin embargo que la tendencia no es monotónica. A medida que nos movemos de izquierda a derecha en la postura política de los encuestados, constatamos que los porcentajes van disminuyendo: izquierda (66%), centro izquierda (47%), centro (34%), centro derecha (28%); no obstante, en las personas de derecha la tendencia se revierte y sube al 42%. Nótese que en el único grupo en que es mayoritaria la preferencia por liderazgos que defiendan posturas aunque aumenten los conflictos es en el segmento que se autoclasifica de izquierda.

Liderazgo

En síntesis, una de las principales incertidumbres institucionales que acompañó a todo el 2020 tras el estallido social más la posterior pandemia en Chile parece empezar a despejarse. Aparentemente, no exento de tensiones, Chile está logrando transitar por un camino institucional que por momentos se ve esquivo. La clase política chilena, pese al bajo nivel de adhesión que ha concitado en la población, ésta aparentemente logrando canalizar el conflicto social por vías institucionales.

Ficha técnica:

Fechas: Desde el 13/10/2020 al 21/11/2020

Universo objetivo: Personas mayores de 18 años usuarios de correo electrónico que habitan en el territorio nacional.

Marco Muestral: Base de datos de correos electrónicos de personas que habitan en el territorio chileno (~ 300 mil).

Modo: Encuesta online vía correo electrónico, muestreo aleatorio simple sobre la base del marco muestral anterior.

Tamaño de muestra: 537 encuestas completas

Error estimado: 4.23%

 

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